Crecí entre motores y cromados. En mi familia los clásicos no eran objetos: eran historias. Acompañé a mi padre a concentraciones, aprendí a escuchar los coches y a cuidarlos como se cuida lo que importa. En 2014 convertí esa pasión en oficio. Empecé llevando a una amiga el día de su boda y descubrí algo claro: un coche antiguo no solo te traslada, te acompaña en un momento que recordarás siempre. Once años después, sigo al volante con la misma idea: sostener el antes —los nervios bonitos, las manos templadas y la sensación de “esto empieza”—.
Soy una mujer en un sector tradicionalmente masculino, y quizá por eso pongo especial atención en el detalle: puntualidad impecable, vehículos revisados y asegurados, rutas planificadas y un trato cercano que reduce nervios y multiplica sonrisas. Cada servicio —boda, rodaje, sesión o evento— se prepara como un pequeño estreno.
No alquilo coches; diseño experiencias con historia. Si te ilusiona llegar con estilo y calma, yo me ocupo de que todo salga perfecto. Tú solo disfruta del momento. ¡Por cierto! soy Vanesa, de Vintage Granada, y estaré al volante para que todo vaya rodado.
Sigue el viaje, obtén acceso anticipado y no te pierdas nunca una actualización.